El emirato planea hasta 16 hoteles de lujo ubicados en el mar similares a este diseño futurista que aprovecha las corrientes marinas para generar electricidad
Con la vista puesta en la Copa del Mundo de 2022 en Qatar, el país del golfo Pérsico se está preparando para levantar nuevas, innovadoras y lujosas instalaciones donde recibir a los apasionados del fútbol. El gobierno ha prometido construir unas 100.000 habitaciones para los aficionados que seguirán a sus selecciones nacionales. Alrededor del 12 por ciento de los alojamientos, sin embargo, no se encontrará en tierra sino en el agua, en forma de 16 lujosos hoteles flotantes construidos para la ocasión.
Además, en las intenciones de los organizadores, el Mundial de 2022 será 100% ecosostenible: Qatar, de hecho, se ha comprometido para que todos los edificios construidos para albergar el evento no tengan impacto medioambiental. Entre otros, también se están construyendo ocho estadios de fútbol equipados con sistemas de generación de energía renovable y cero emisiones de carbono.
La síntesis perfecta de estas dos líneas de implementación, hoteles flotantes y ecosostenibles, podría estar representada por el hotel ecoflotante, el nuevo proyecto diseñado por el estudio de arquitectura turco Hayri Atak Architectural Design Studio (Haads), que aún no cuenta con un nombre oficial.
En los últimos años han sido varios los hoteles flotantes de lujo realizados en todo el mundo, especialmente en Dubai y Qatar, países donde desde hace tiempo se intenta ganar tierra al mar y representar la vanguardia de la ingeniería internacional con estructuras cada vez más innovadoras y extravagantes. Esta última propuesta, además del desafío constructivo y arquitectónico que supone, implica también un salto hacia adelante en cuanto a ecosostenibilidad.
Como indica su descriptivo nombre provisional, hablamos de un hotel flotante y circular que, al girar sobre sí mismo, es capaz de generar electricidad. Hay que decir que, por el momento, el proyecto solo ha cobrado vida en algunos renders bastante espectaculares. Sin embargo, los primeros trabajos preliminares comenzaron en marzo de 2020 y, si todo sale según lo previsto, se espera que finalicen en 2025.
Los arquitectos del estudio de Estambul no son ajenos a proyectos sorprendentes (y de difícil realización). Hace dos años diseñaron un hotel colgante a 604 metros de altura en una de las paredes del fiordo Lysefjord, en Noruega. Recientemente, se volvieron virales las fotos de la Sarcostyle Tower, diseñada para Manhattan, un rascacielos que parece envolverse y entrelazarse sobre sí mismo. El proyecto que debería surgir en Qatar dentro de cuatro años es más concreto, aunque parezca muy futurista.
El hotel visto desde arriba podría parecer una astronave aparcada sobre la superficie marina, o también una enorme rosquilla. El concepto en el que se basa el proyecto es el de “mínima pérdida de energía y cero desperdicio”. De hecho, está equipado con la última tecnología para reducir al mínimo la huella de carbono, además, gracias a paneles solares y aerogeneradores, es capaz de producir energía limpia y sin residuos.
La estructura funcionará de manera similar a una dinamo, aprovechando el movimiento de mareas y corrientes para transformar la energía en electricidad. Además, las sombrillas dispuestas a lo largo de todo el perímetro no solo sirven para resguardarse del sol, sino que también se utilizarán para la producción de energía. De hecho, en realidad son 55 turbinas eólicas verticales capaces de producir hasta 25 kilovatios de electricidad, gracias a la corriente provocada por la diferencia de temperatura entre el mar y la superficie.
La estructura está inspirada en el mar en todos los aspectos, tanto por la forma como por el principio de construcción. Consultores de diferentes sectores, como ingenieros y arquitectos navales, jugaron un papel importante en el proyecto.
El movimiento se controlará gracias al posicionamiento dinámico, un sistema que se utiliza para controlar la posición y la dirección de los barcos. Así, como ocurre en los cruceros, el Eco-Floating Hotel permitirá a sus ocupantes moverse libremente como si estuvieran en tierra.
Eso sí, el complejo solo funcionará de manera eficiente en áreas donde exista una corriente marina continua y segura. Pero esto no quiere decir que su ubicación será fija: inicialmente, en cuanto esté terminado, el hotel estará amarrado en la costa de Qatar, pero se podrá trasladar a cualquier parte gracias a las corrientes adecuadas. El hotel, de hecho, está pensado para poderse mover y ser alquilado para eventos especiales.
Además de buscar la compatibilidad ecológica, el diseño del estudio turco también pretende convertirse en un refugio de lujo para privilegiados en medio del océano. De hecho, a bordo no faltarán todas las comodidades esenciales para este tipo de estructura, incluidas piscinas cubiertas y al aire libre, centros de bienestar, gimnasios e incluso un pequeño campo de golf. La oferta se completa con un bar y restaurante panorámico en la azotea y un club de playa.
Todas las habitaciones tendrán un balcón privado y vistas cambiantes al mar, ya que la estructura flotante tiene la capacidad de rotar sobre sí misma. De esta manera, los huéspedes tendrán una experiencia única con las vistas y la perspectiva del hotel que cambiarán constantemente.
Literalmente, se dormirán con un panorama y al despertar encontrarán otro. Aun así, los afortunados clientes no sufrirán mareos como si estuvieran en un tiovivo, ya que el hotel se moverá muy despacio y tardará 24 horas en realizar un giro completo.
El proyecto aún se encuentra en sus etapas iniciales, por lo que no hay noticias sobre los costes de la operación, no obstante, y a pesar de los retrasos por la pandemia, ya se han realizado varios estudios de factibilidad y el equipo del estudio Haads asegura de que ya existen varios actores interesados en invertir. Por tanto, confían en concluirlo dentro del plazo establecido. No les faltarán clientes.